Ya no más gris y beige como color base, en su lugar te aconsejamos usar tonos profundos e intensos, como el azul marino o el color ciruela. Los cuales ya se consideran colores neutros, por su capacidad para combinar con otros tonos y estilos. Si te parece muy arriesgado usar un tono oscuro en la pared, ¡comienza con un sofá o sillón de este color! Te servirá como punto focal y piedra angular de tu decoración.